domingo, 15 de julio de 2018

El Regalo

El Regalo.
Era ya la hora de la cita, Mía bajo del coche para recibir a la anfitriona. Ambas se abrazaron antes de entrar en el coche, Mía abrió la puerta trasera del coche y la invito a entrar, tras ella entro Mia. Desde mi posición, me gire para saludarla con dos besos.
Nos pusimos en marcha, habíamos recorrido solo unos metros cuando Mia saco un pañuelo del bolso, un pañuelo negro que cogiendolo de las puntas lo volteo varias veces hasta reducirlo a un tubo de tela, lo acerco lentamente al rostro de la anfitriona y comentandole al oído que no de preocupara de nada le cubrió los ojos. Ella no puso ninguna objecion, antes de cubrirle los ojos yo me gire y tomando un paquete del asiento delantero, le dije. Este es tu primer regalo, lo podras abrir una vez que tengas tapado los ojos, ella lo recogio y empezo a palparlo, era un paquete muy ligero, blando y flexible. En varias ocasiones pregunto que era y Mia le respondio diciendole que tubiera un poco mas de paciencia. Yo volvi a girarme antes de comenzar de nuevo la marcha y le comente. Hoy te sorprenderan varias cosas, no has de tener miedo de nada y te plena confianza en nosotros.
Ya en marcha de nuevo y con los ojos vendados, Mia le puso el regalo entre las manos y le pidio que lo abriera, ella estaba deseosa de abrirlo e intentar averiguar que era solo con el tacto. Rompio la emboltura y se sorprendio al descubrir que era una especie de tela sedosa. Exclamada y casi susurrando al oido de Mia pregunto.
Que es esto, solo me parece una tela. Mia se acerco al oido y le dio la respuesta que ella casi esperaba.
Es tu nuevo vestido para el dia de hoy.
Antes de separarse del oido, le dio un beso en el cuello y le volvio a decir que se dejara llevar sin ninguan preocupacion.
Ella asintio con la cabeza, Mia acerco las manos a su cara y despues de acariciar sus mejillas las fue despalzando hacia el primer boton de la blusa que llevaba puesta, comenzo a desabrochar uno a uno los botones mientras ella reaccionaba con unos ligeros movimientos de sorpresa. Ya teneia la blusa completamente abierta y comenzo con la pequeña falda que llebaba puesta, se acerco al costado, desabrocho el boton y lentamente bajo la cremallera.
En el momento en que termino de bajar la cremallera, ella percibio que ya no fogueaba la luz ante lo poco que dejaban ver sus ojos, eso le incicaba que ya no estaban en la ciudad.
Mia comenzo con suaves movimientos a despojarla de la blusa y poco despues de la falda, ya estaba solo con la lenceria.
Llevariamos unos veinte o veinticinco minutos de viaje cuando volvio a escuchar la voz de el.
Ya nos queda muy poco, apenas unos 10 minutos.
Mia de volvia a acercar a ella y haciendo un hueco en su espalda la despojo del sujetador, continuo bajando las manos por los costados acariciando la piel erizada y tirando un poco de sus nalgas le bajo el minusculo tanga que aun tapaba parte de su cuerpo, ahora tan solo vestia unas medias con un precioso liguero.
Pudo percibir como aminoraba la marcha del coche hasta casi parar completamente y un giro inesperado hacia la derecha, el baiven del coche le indicaba que habian dejado la carretera y estaban en un camino, Mia se acerco de nuevo al oido y a la vez que desabrochaba el cinturon le pidio que se incorporara un poco, ella accecio a su peticion y comenzo a sentir como una seda fria recorria su espalda, era el regalo que habia recibido momentos ante, habia recorrido la totalidad de su espalda y volvio a sentir como Mia abrochaba algo alrededor de su cuello y como despues colocaba aquella seda sobre sus hombros, de nuevo volvio a su oido para decirle, estas preciosa.
El mirando el retrovisor y ya con el coche parado, tambien exclamo, estas preciosa, hemos llegado.
Ella no sabia que decir, tan solo seguia sorprendida y con una nube de mariposas revoloteando a su alrededor. El se bajo del coche, a la vez que Mia abria su puerta, el abria la de ella, una corriente de frio invadio el interior del coche mientras una mano asia la suya y la invitaba a bajar, hacia frio, tanto que todo su cuerpo se erizo, los pezones completamente erectos rozaban la suave tela que cubria su cuerpo y eso hacia que aumentara su ya alta excitacion, ya fuera del coche sintio como Mia tomama su otra mano y comenzaban a andar. Tan solo unos pocos metros y escucho un tintineo y seguidamente un pequeño chirrrio de una puerta, unos pasos mas y una calida y confortable ola de calor volvio a recorrer su cuerpo, sus ojos aun tapados percibieron de nuevo algo de claridad, tras ella un ligero portazo y una suave musica de fondo.
El le solto la mano, la izquierda, mientras Mia mantenia apretada su mano derecha, mientras la llevaba escucho una especie de clic clic, que al principio no definia, la intensidad de luz que podian percibir sus ojos le indicaban que pasaban de una a otra estancia, hasta llegar a un lugar donde Mia se detuvo, mientras aun mantenia cogida su mano, apoyo la otra mano en su hombro y le dijo, sientate.
Sus corvas notaron la silla que le estaba ofreciendo, flexión sus rodillas hasta que sus nalgas notaron el frio de la silla. Desde atrás unas manos tomaron su cintura y tiraron de ella hacia atrás quedando la espalda completamente pegada al respaldo a la vez que escuchaba un susurro detrás de su nuca que le decía "así está mucho mejor".
Las mismas manos que instantes ante cojian su cintura, empezaban a desplazarse por su costado recorriendo parte de sus pechos hasta llegar a los hombros. Y de nuevo otro susurro "Mia y yo queremos que este sea el mejor regalo" mientras esas grandes manos la desprendían de la seda que cubría su cuerpo.
Estaba inmóvil, desnuda, tan solo el pañuelo que  cubría sus ojos, el liguero, las medias y los zapatos la hacían una belleza.
Trancurridos unos minutos e impaciente, volvió a sentir esas manos, esta vez desde sus hombros fueron bajando por sus brazos hasta llegar a sus muñecas donde sintio como las estiraba hasta ponerlas en línea con las patas de la silla, entre tanto noto la presencia de Mia entre sus piernas, sus manos recorriendo sus pechos, bajando por la cintura y recorriendo el interior de sus muslos hasta llegar a las rodillas y separandolas todo lo posible quedando su sexo completamente expuesto.
De nuevo desde su espalda, unas cuerdas comenzaban a recorrer su cara, su cuello y sus pechos, a jugar con sus pezones y continuar hasta su cintura. El primer apriete la quedo pegada al respaldo de la silla, otra vuelta a la cintura le encogió el estomago, ahora por debajo de sus pechos y una vuelta más para seguir por encima de estos, dos vueltas en cada zona para seguir desde un hombro hasta el centro, esas manos deslizando la cuerda entre sus pechos hacían crecer la excitacion un nudo unían unían las cuerdas superior e inferior de los pechos resaltandolos en todo su explendor, la cuerda bajo hasta la cintura para volver a subir al centro de los pechos, otro nudo y sigue su camino hasta el otro hombro, para acabar en el centro de la espalda.
Mientras Mia, se aseguraba de fijar mis tobillos al final de las patas de la silla, otras cuerdas comenzaban a rodear mis muslos abriendo aun más mis piernas, dos o tres vueltas por encima de la rodilla y otras tantas por debajo de éstas, completamente inmovilizada, a merced de la voluntad de amigos.
Todo se había quedado en silencio, mientras la comisura de sus labios comenzaba a mostrar la humedad existente en su  coño, Mía comenzó de nuevo acariciar sus piernas recorriendo sus rodillas y sus muslos, fue aproximando la cabeza hasta alcanzar los labios humedecidos, su lengua empezó a jugar recorriendo todo su sexo, entrando y saliendo convulsibamente, Yo tras la silla, fui acercando mis manos a sus pechos los apreté fuertemente para liberarlos y recorrer su sirueta rozando levemente las cuerdas que los marcaban, desplace mis dedos para rozar los erguidos pezones, rodealos, pellizcar y tirar de ellos. Su cuerpo cada vez se retorcía más la excitacion era muy intensa, mis manos de desplazaron hasta llegar a la cabeza de Mia y tras un empujón intenso pero breve donde toda la lengua entro dentro de ella, separe la cabeza, levante a Mía aproximandola a Mi, la mire a los ojos y uní mi boca con la suya mientras jugos de su sexo caían sobre nuestra anfitriona, fuimos rotando sobre ella hasta salir del bucle y poder unir mi cuerpo con el de Mia, mis  manos se hundieron en su  sexo, me  llene de ella, la masturbe y volví a llenarme de ella. Unos minutos de intensidad total nos desbordó. Mientras la anfitriona descansaba también, no le dio tiempo a perder la excitacion cuando comenzaron a dibujar figuras abstractas sobre su piel decenas de gotas de cera multicolor, primero fueron sus muslos, luego su vientre y seguidamente sus pechos hasta cubrirlos casi en su totalidad.
Ahora tocaba quitar la cera, un gato corto empezó a despegar ese tapiz de colores a la vez que iba dejando unas pequeñas marcas sobre su piel, primero los pechos luego su vientre y acabando sobre sus muslos. Esta casi exhausta después de retirar totalmente la cera y había que hacer un pequeño descanso. Mía tomo un vaso con agua y lo acerco a los labios de la anfitriona la dejo que bebiera pero no sin derramar algo de agua por las comisuras de sus labios, el agua fue recorriendo su cuerpo hasta llegar a su sexo que evidentemente le sobraba humedad.
Tras un breve descanso Mía tomo un vibrador, lo coloco casi en el interior de la  vagina y lo puso en marcha, se colocó a horcajadas sobre ella y la abrazo fuertemente hasta que ambas llegaron al éxtasis. Yo mientras disfrutaba de tan bello momento, tomaba una  copa y preparaba el final del regalo.
Ambas estaban repletas de placer y tocaba empezar a quitar nudos y desdibuja tan bello escenario, fui quitando las cuerdas despacio y dejando ver las marcas de estas, primero las piernas, luego la cintura y después los pechos. Libre ya de las ataduras cogi el aceite que tenia preparado y fui aplicando una suave capa por todo el cuerpo.
Era ya la hora de la cita, Mía bajo del coche para recibir a la anfitriona. Ambas se abrazaron antes de entrar en el coche, Mía abrió la puerta trasera del coche y la invito a entrar, tras ella entro Mia. Desde mi posición, me gire para saludarla con dos besos.
Nos pusimos en marcha, habíamos recorrido solo unos metros cuando Mia saco un pañuelo del bolso, un pañuelo negro que cogiendolo de las puntas lo volteo varias veces hasta reducirlo a un tubo de tela, lo acerco lentamente al rostro de la anfitriona y comentandole al oído que no de preocupara de nada le cubrió los ojos. Ella no puso ninguna objecion, antes de cubrirle los ojos yo me gire y tomando un paquete del asiento delantero, le dije. Este es tu primer regalo, lo podras abrir una vez que tengas tapado los ojos, ella lo recogio y empezo a palparlo, era un paquete muy ligero, blando y flexible. En varias ocasiones pregunto que era y Mia le respondio diciendole que tubiera un poco mas de paciencia. Yo volvi a girarme antes de comenzar de nuevo la marcha y le comente. Hoy te sorprenderan varias cosas, no has de tener miedo de nada y te plena confianza en nosotros.
Ya en marcha de nuevo y con los ojos vendados, Mia le puso el regalo entre las manos y le pidio que lo abriera, ella estaba deseosa de abrirlo e intentar averiguar que era solo con el tacto. Rompio la emboltura y se sorprendio al descubrir que era una especie de tela sedosa. Exclamada y casi susurrando al oido de Mia pregunto.
Que es esto, solo me parece una tela. Mia se acerco al oido y le dio la respuesta que ella casi esperaba.
Es tu nuevo vestido para el dia de hoy.
Antes de separarse del oido, le dio un beso en el cuello y le volvio a decir que se dejara llevar sin ninguan preocupacion.
Ella asintio con la cabeza, Mia acerco las manos a su cara y despues de acariciar sus mejillas las fue despalzando hacia el primer boton de la blusa que llevaba puesta, comenzo a desabrochar uno a uno los botones mientras ella reaccionaba con unos ligeros movimientos de sorpresa. Ya teneia la blusa completamente abierta y comenzo con la pequeña falda que llebaba puesta, se acerco al costado, desabrocho el boton y lentamente bajo la cremallera.
En el momento en que termino de bajar la cremallera, ella percibio que ya no fogueaba la luz ante lo poco que dejaban ver sus ojos, eso le incicaba que ya no estaban en la ciudad.
Mia comenzo con suaves movimientos a despojarla de la blusa y poco despues de la falda, ya estaba solo con la lenceria.
Llevariamos unos veinte o veinticinco minutos de viaje cuando volvio a escuchar la voz de el.
Ya nos queda muy poco, apenas unos 10 minutos.
Mia de volvia a acercar a ella y haciendo un hueco en su espalda la despojo del sujetador, continuo bajando las manos por los costados acariciando la piel erizada y tirando un poco de sus nalgas le bajo el minusculo tanga que aun tapaba parte de su cuerpo, ahora tan solo vestia unas medias con un precioso liguero.
Pudo percibir como aminoraba la marcha del coche hasta casi parar completamente y un giro inesperado hacia la derecha, el baiven del coche le indicaba que habian dejado la carretera y estaban en un camino, Mia se acerco de nuevo al oido y a la vez que desabrochaba el cinturon le pidio que se incorporara un poco, ella accecio a su peticion y comenzo a sentir como una seda fria recorria su espalda, era el regalo que habia recibido momentos ante, habia recorrido la totalidad de su espalda y volvio a sentir como Mia abrochaba algo alrededor de su cuello y como despues colocaba aquella seda sobre sus hombros, de nuevo volvio a su oido para decirle, estas preciosa.
El mirando el retrovisor y ya con el coche parado, tambien exclamo, estas preciosa, hemos llegado.
Ella no sabia que decir, tan solo seguia sorprendida y con una nube de mariposas revoloteando a su alrededor. El se bajo del coche, a la vez que Mia abria su puerta, el abria la de ella, una corriente de frio invadio el interior del coche mientras una mano asia la suya y la invitaba a bajar, hacia frio, tanto que todo su cuerpo se erizo, los pezones completamente erectos rozaban la suave tela que cubria su cuerpo y eso hacia que aumentara su ya alta excitacion, ya fuera del coche sintio como Mia tomama su otra mano y comenzaban a andar. Tan solo unos pocos metros y escucho un tintineo y seguidamente un pequeño chirrrio de una puerta, unos pasos mas y una calida y confortable ola de calor volvio a recorrer su cuerpo, sus ojos aun tapados percibieron de nuevo algo de claridad, tras ella un ligero portazo y una suave musica de fondo.
El le solto la mano, la izquierda, mientras Mia mantenia apretada su mano derecha, mientras la llevaba escucho una especie de clic clic, que al principio no definia, la intensidad de luz que podian percibir sus ojos le indicaban que pasaban de una a otra estancia, hasta llegar a un lugar donde Mia se detuvo, mientras aun mantenia cogida su mano, apoyo la otra mano en su hombro y le dijo, sientate.
Sus corvas notaron la silla que le estaba ofreciendo, flexión sus rodillas hasta que sus nalgas notaron el frio de la silla. Desde atrás unas manos tomaron su cintura y tiraron de ella hacia atrás quedando la espalda completamente pegada al respaldo a la vez que escuchaba un susurro detrás de su nuca que le decía "así está mucho mejor".
Las mismas manos que instantes ante cojian su cintura, empezaban a desplazarse por su costado recorriendo parte de sus pechos hasta llegar a los hombros. Y de nuevo otro susurro "Mia y yo queremos que este sea el mejor regalo" mientras esas grandes manos la desprendían de la seda que cubría su cuerpo.
Estaba inmóvil, desnuda, tan solo el pañuelo que  cubría sus ojos, el liguero, las medias y los zapatos la hacían una belleza.
Trancurridos unos minutos e impaciente, volvió a sentir esas manos, esta vez desde sus hombros fueron bajando por sus brazos hasta llegar a sus muñecas donde sintio como las estiraba hasta ponerlas en línea con las patas de la silla, entre tanto noto la presencia de Mia entre sus piernas, sus manos recorriendo sus pechos, bajando por la cintura y recorriendo el interior de sus muslos hasta llegar a las rodillas y separandolas todo lo posible quedando su sexo completamente expuesto.
De nuevo desde su espalda, unas cuerdas comenzaban a recorrer su cara, su cuello y sus pechos, a jugar con sus pezones y continuar hasta su cintura. El primer apriete la quedo pegada al respaldo de la silla, otra vuelta a la cintura le encogió el estomago, ahora por debajo de sus pechos y una vuelta más para seguir por encima de estos, dos vueltas en cada zona para seguir desde un hombro hasta el centro, esas manos deslizando la cuerda entre sus pechos hacían crecer la excitacion un nudo unían unían las cuerdas superior e inferior de los pechos resaltandolos en todo su explendor, la cuerda bajo hasta la cintura para volver a subir al centro de los pechos, otro nudo y sigue su camino hasta el otro hombro, para acabar en el centro de la espalda.
Mientras Mia, se aseguraba de fijar mis tobillos al final de las patas de la silla, otras cuerdas comenzaban a rodear mis muslos abriendo aun más mis piernas, dos o tres vueltas por encima de la rodilla y otras tantas por debajo de éstas, completamente inmovilizada, a merced de la voluntad de amigos.
Todo se había quedado en silencio, mientras la comisura de sus labios comenzaba a mostrar la humedad existente en su  coño, Mía comenzó de nuevo acariciar sus piernas recorriendo sus rodillas y sus muslos, fue aproximando la cabeza hasta alcanzar los labios humedecidos, su lengua empezó a jugar recorriendo todo su sexo, entrando y saliendo convulsibamente, Yo tras la silla, fui acercando mis manos a sus pechos los apreté fuertemente para liberarlos y recorrer su sirueta rozando levemente las cuerdas que los marcaban, desplace mis dedos para rozar los erguidos pezones, rodealos, pellizcar y tirar de ellos. Su cuerpo cada vez se retorcía más la excitacion era muy intensa, mis manos de desplazaron hasta llegar a la cabeza de Mia y tras un empujón intenso pero breve donde toda la lengua entro dentro de ella, separe la cabeza, levante a Mía aproximandola a Mi, la mire a los ojos y uní mi boca con la suya mientras jugos de su sexo caían sobre nuestra anfitriona, fuimos rotando sobre ella hasta salir del bucle y poder unir mi cuerpo con el de Mia, mis  manos se hundieron en su  sexo, me  llene de ella, la masturbe y volví a llenarme de ella. Unos minutos de intensidad total nos desbordó. Mientras la anfitriona descansaba también, no le dio tiempo a perder la excitacion cuando comenzaron a dibujar figuras abstractas sobre su piel decenas de gotas de cera multicolor, primero fueron sus muslos, luego su vientre y seguidamente sus pechos hasta cubrirlos casi en su totalidad.
Ahora tocaba quitar la cera, un gato corto empezó a despegar ese tapiz de colores a la vez que iba dejando unas pequeñas marcas sobre su piel, primero los pechos luego su vientre y acabando sobre sus muslos. Esta casi exhausta después de retirar totalmente la cera y había que hacer un pequeño descanso. Mía tomo un vaso con agua y lo acerco a los labios de la anfitriona la dejo que bebiera pero no sin derramar algo de agua por las comisuras de sus labios, el agua fue recorriendo su cuerpo hasta llegar a su sexo que evidentemente le sobraba humedad.
Tras un breve descanso Mía tomo un vibrador, lo coloco casi en el interior de la  vagina y lo puso en marcha, se colocó a horcajadas sobre ella y la abrazo fuertemente hasta que ambas llegaron al éxtasis. Yo mientras disfrutaba de tan bello momento, tomaba una  copa y preparaba el final del regalo.
Ambas estaban repletas de placer y tocaba empezar a quitar nudos y desdibuja tan bello escenario, fui quitando las cuerdas despacio y dejando ver las marcas de estas, primero las piernas, luego la cintura y después los pechos. Libre ya de las ataduras cogi el aceite que tenia preparado y fui aplicando una suave capa por todo el cuerpo