domingo, 23 de enero de 2011

Solo un cuento

Mientras el se alejaba, ella no dejaba de recordar todo lo sucedido, sus palabras retumbaban en su cabeza, intentaba no olvidar nada de lo que le había dicho, su sexo seguía palpitando cada vez más deprisa, la humedad acumulada comenzaba a recorrer el interior de sus muslos sin poder remediarlo. El camino desde el portal hasta su casa se hace interminable, cada peldaño que avanza se convierte en una fricción más entre sus muslos, sus pensamientos se repiten una y otra vez, la excitación que intenta controlar se hace cada vez más incontenible, ya ha traspasado la puerta de entrada, al fondo su habitación, sus pasos se aceleran, la poca ropa que aún lleva va quedando en el camino, ya desnuda completamente consigue recostarse al borde de la cama, una de sus manos rebusca en el cajón de la mesilla, la otra no deja de recorrer todos los plieges de su coño entrando y saliendo de todas sus cavidades, por fin encuentra Lo que estaba buscando, se trata de un falo de grandes dimensiones, ( como casi todos ), sin dejar de urgar en su sexo, comienza a frotar su nuevo juguete impregnadolo de sus fluidos para continuar con sus dedos abriendo, separando sus labios mostrando el camino a su amigo, que comienza a entrar, primero con lentitud, tras pocas entradas comienza a tomar velocidad y un ritmo frenetico,las arremetidas cada vez más fuertes hacen que tenga que emplear en algunas ocasiones las dos manos, en cada penetración todo su cuerpo se arquea consiguiendo de está manera que el falo entre casi en toda su totalidad inundando vagina por completo, sus dedos siguen empleados en el comienzo de su vagina frotando su clitoris que ya ha doblado más de su tamaño normal. Un grito ensordecedor inunda toda la habitación, su cuerpo empieza a convulsionar desenfrenadamente, de entre sus manos, comienza a brotar como sí de una fuente de trarara, todos sus fluidos al mismo ritmo de entrada y salida de su juguete, las arremetidas de este van disminuyendo hasta que como comenzara sólo se desplazara a lo largó de sus labios recogiendo y distribuyendo todo su orgasmo, la punta del falo jugosa y empapada va recorriendo su vientre hasta llegar a sus pezones y rodondeandolos para continuar hasta su boca donde se detiene para saborear todo su placer. Exahusta de placer y agotada queda rendida con el falo en su boca semiabierta y empapada de todos sus jugos.
Continuará.

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