sábado, 22 de diciembre de 2012

ANA 2

Sus manos que aún acojian mis pechos, los apretaban descargando a la vez el castigo que ella recibía en ellos, los apretones eran cada vez mas fuertes pero esa nueva sensación hacia que solo sintiera placer, Laura comenzó a desplazarse por mi costado impregnando mis muslos con todos sus fluidos entrelazándose entre mis piernas, frotándose en ellas llegando a la rodilla donde pude sentir todo su sexo húmedo y abierto como si quisiera meterla en su interior cuando sentí como mi sexo se llenaba con un fuerte y seco golpe de palmeta que llego a estremecerme a este golpe el siguieron otros tanto que mas que dolor, me hacían sentir que llegaban tan dentro de mí que sentía como si me desgarraran de placer, esta vez no fueron las manos de mi Amo las que me calmaron y me llenaron se  nuevas sensaciones, si no las de Laura que comenzó a hundir sus dedos, sus manos en todas las cavidades de mi cuerpo, sus manos entraba y salían sin parar, recorrían todo mi sexo, mi ano, mis piernas, mi vientre, mis pechos, era una explosión de sensaciones que no podía imaginar, cuando su boca, su lengua empezó a recorrer mis labios buscando el clítoris, no pude más que llenar su boca de mis fluidos que se escapaban sin poder retener ni una sola gota, exhausta colgada de mis muñecas Laura se levantaba sin dejar de acariciar mi cuerpo marcado por el placer y entregado a mi Amo que seguro que observando disfrutaba  de los juegos que El y solamente Él podía llegar a lograr. Laura comenzó a despojarme de las muñequeras y tobilleras sin dejar de acariciarme era una sensación muy gratificante comenzó a aplicarme una crema en todas mis marcas, me decía que era muy importante hidratar las marcas, también me despojo del pañuelo que cubría mis ojos, hola, yo soy Laura, fue entonces cuando vi a una mujer muy hermosa con su cuerpo también enrojecido, yo pase a hacer lo mismo que ella aplicándole también sobre su cuerpo esa crema, fue a si como descubrí los aros que llevaba en los pezones, me atreví a tocarlos con mis dedos acariciándole los pezones, nunca había pensado, ni me hubiera imaginado que acabaría acariciando los pechos de otra mujer, jugueteando con los aros, incluso me atreví a tirar de ellos levemente, empecé a notar como Laura se iba excitando con mi jugueteo cuando sentí como dirigía mi boca hacia ellos empujando mi cabeza sobre sus pechos, entonces me dispuse a seguir acariciándolos pero esta vez haciendo uso de mis labios, mi lengua comenzó a rodearlos a sentir el sabor del metal de sus aros, sujetaba y tiraba de estos con mis dientes, Laura cada vez estaba más excitada, comenzaba a mover todo su cuerpo, cogió mi mano para llevarla a su sexo, yo me deje llevar, al llegar, descubrí que en sus labios también tenía uno aros no acertaba a saber cuántos, su sexo estaba empapado sus fluidos recorrían mis manos empecé a introducir mis dedos en su vagina, Laura no dejaba de agitar su cuerpo cada vez con mayor ritmo cuando desplazo mi cabeza con fuerza hacia abajo metiendo mi boca entre sus labios y descargando toda su explosión de placer en mi, mis labios recorrieron todos los suyos mi lengua entro hasta su interior, mi boca, todo mi cuerpo se lleno de ella.
Cuando conseguimos parar de es frenético conjunto de sensaciones, le pregunte por el Amo y si lo que habíamos hecho estaba bien, Laura me respondió que todo lo que habíamos estado haciendo era para nuestro Amo, que El nos estaba observando mientras reposaba tranquilamente en  su sillón, me cojeo de la mano y saliendo de la habitación me condujo a un salón contiguo donde estaba El, allí sentado en un gran sillón frente a un espejo a través del que se veía la habitación, Al fondo sobre una mesa vi que había una blusa y un falda iguales que las que yo había comprado, no le encontraba una respuesta, cuando El nos digo venir aquí a mi regazo, Ana no te sorprendas de ver tu ropa sobre la mesa, cuando esta mañana saliste de tu casa, yo seguí tus pasos y como tenía intención de arrancarte o romperte la ropa, decidí comprar algo para que te pusieras al salir de aquí. Ahora venir, venir a mi regazo y contadme como lo habéis pasado. pechos de otra mujer, jugueteando con los aros, incluso me atreví a tirar de ellos levemente, empecé a notar como Laura se iba excitando con mi jugueteo cuando sentí como dirigía mi boca hacia ellos empujando mi cabeza sobre sus pechos, entonces me dispuse a seguir acariciándolos pero esta vez haciendo uso de mis labios, mi lengua comenzó a rodearlos a sentir el sabor del metal de sus aros, sujetaba y tiraba de estos con mis dientes, Laura cada vez estaba más excitada, comenzaba a mover todo su cuerpo, cogió mi mano para llevarla a su sexo, yo me deje llevar, al llegar, descubrí que en sus labios también tenía uno aros no acertaba a saber cuántos, su sexo estaba empapado sus fluidos recorrían mis manos empecé a introducir mis dedos en su vagina, Laura no dejaba de agitar su cuerpo cada vez con mayor ritmo cuando desplazo mi cabeza con fuerza hacia abajo metiendo mi boca entre sus labios y descargando toda su explosión de placer en mi, mis labios recorrieron todos los suyos mi lengua entro hasta su interior, mi boca, todo mi cuerpo se lleno de ella.
Cuando conseguimos parar de es frenético conjunto de sensaciones, le pregunte por el Amo y si lo que habíamos hecho estaba bien, Laura me respondió que todo lo que habíamos estado haciendo era para nuestro Amo, que El nos estaba observando mientras reposaba tranquilamente en  su sillón, me cojeo de la mano y saliendo de la habitación me condujo a un salón contiguo donde estaba El, allí sentado en un gran sillón frente a un espejo a través del que se veía la habitación, Al fondo sobre una mesa vi que había una blusa y un falda iguales que las que yo había comprado, no le encontraba una respuesta, cuando El nos digo venir aquí a mi regazo, Ana no te sorprendas de ver tu ropa sobre la mesa, cuando esta mañana saliste de tu casa, yo seguí tus pasos y como tenía intención de arrancarte o romperte la ropa, decidí comprar algo para que te pusieras al salir de aquí. Ahora venir, venir a mi regazo y contadme como lo habéis pasado.

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